Sigamos con la idea del jardín. Y analicemos una situación concreta, de un piso concreto, que tiene una pequeña terraza. ¿Cómo empezarías a “ajardinar” tu terraza? Lo primero, te recomendaría que definieses tus gustos: ¿te gustan las plantas con flores, las plantas con grandes hojas verdes, las macetas con arbustos más geométricos? Todos son posibles y de lo que se trata es de hacer más agradable tu entorno, tu refugio.
Puede ocurrir que, según tus gustos, prefieras colocar en el borde de tu terraza y fachada, enredaderas que te hagan más acogedor este entorno. Pero te diría que no te empeñes en poner plantas que has visto en otros sitios y que quedaban estupendas pues si, por ejemplo, tu entorno es Madrid, puede ser demasiado agresivo para ellas al no disponer de las condiciones climáticas necesarias. Y no olvidemos la orientación.
En este entorno te recomendaría por ejemplo que plantases un jazmín aromático, que resiste muy bien el clima seco y las altas temperaturas de Madrid y te proporcionará un aroma en primavera y verano muy relajante.
Si no quieres sobrecargarte de trabajo con las plantas que coloques, busca maceteros de gran capacidad que te permitan disponer de un sustrato que haga que tu planta, a pesar de no ser regada muy asiduamente, tenga alimento y sobreviva sin dificultad en los momentos en los que tengas menos tiempo para dedicarle. Es muy importante abonar la tierra para conseguir un sustrato rico y que alimente debidamente a tus plantas, especialmente en los momentos en los que no puedas dedicarles la atención que quisieras.
Hay plantas, como el potos, que según el Feng Shui tiene un gran valor, pues proporciona energía positiva al ambiente en el que se ubica, debido a sus grandes hojas verdes. Aunque no disponga de mucha luz y no le dediques mucho tiempo a su cuidado, siempre estará verde y frondoso.
La lavanda, la coloques donde la coloques llamará la atención, en invierno por sus largas ramas de color verde-azulado y en primavera y verano por sus flores. En cuanto a riego no necesita grandes cuidados, pero deberás dedicarle cierto tiempo a podarla para que sus largas ramas no crezcan descontroladamente. Una buena poda con forma de bola dará un aspecto precioso al macizo de lavanda, del que luego sobresaldrán las flores a modo de cañas.
Si tienes aún sitio en tu terraza, puedes dedicarle un rincón a las culinarias. Siempre viene bien tener un pequeño invernadero, con tiestecitos de perejil, albahaca, menta, cebollino, etc.. que dan verdor a tu terraza y te vendrán muy bien como condimento natural para tu cocina.
Hay muchos jardines de Madrid adaptados a sus condiciones climáticas y medio ambiente. Ya verás cómo con un pequeño esfuerzo y algo de dedicación conseguirás una terraza con encanto y adaptada a tu forma de vida.
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